Licencias de Actividad o dicho en versión extendida, de mayor a menor complejidad: Autorizaciones ambientales (con o sin evaluación de impacto ambiental) – Licencias ambientales – Permisos municipales de actividad – Comunicaciones de actividad – Declaraciones responsables de actividad:

Toda actividad humana se debe de realizar en un marco normativo aplicado a cada caso. Con ello se pretende regular el impacto de esta actividad en el entorno natural:

– Contaminación atmosférica
– Contaminación del agua
– Contaminación del suelo / subsuelo
– Control de los residuos generados
– Gestión eficiente de los recursos disponibles

Y controlar la afectación de las personas:

– Ruidos y vibraciones
– Riesgo por accidentes denominados ‘graves’
– Riesgos laborales
– Riesgo de incendio
– Riesgos por instalaciones (eléctricas, aparatos a presión, ascensores, gases…)

Y que se cumplan requisitos y ordenamientos de inclusión y de respeto entre todos nosotros:

– Regulación de planes de usos limitando que determinadas actividades estén en determinados lugares que originen problemas (ejemplos claros: discotecas en locales de edificios residenciales, actividades de producción industrial en entornos rurales, 10 bares en una misma calle, sex-shop al lado de un centro educativo, actividades de recuperación de residuos cercanos a núcleos de población…)
– Normas de accesibilidad para permitir que personas con movilidad reducida tengan los derechos de todos.
– Servicios mínimos, para permitir que cuanto más aforo haya en un local más lavabos o duchas habrá.
– Etc

De ahí que se haya publicado una interminable lista de normativas que, dependiendo de cada caso, se habrá de aplicar o justificar que no aplican.

Finalmente está el criterio interpretativo de la administración que concede los permisos o los revisa, con sus técnicos que son personas e interpretan.

TODO ELLO OBLIGA A QUE LAS INGENIERIAS INTERVENGAMOS PARA ESTUDIAR CADA CASO ANTES DE FIRMAR NINGÚN CONTRATO DE COMPRA O ALQUILER. Y POSERIORMENTE PARA LA PETICION DE LOS PERMISOS